Una universidad que para muchos egresados resulta un rotundo fracaso, a pesar de contar con una plantilla de más de 400 alumnos distribuidos en siete carreras técnicas, con instalaciones deplorables y enmontadas, es el panorama que presenta actualmente la Universidad Tecnológica del Usumacinta (UTU), misma que desde sus inicios fue proyectada para convertirse en la mejor casa de estudios para los jóvenes de los municipios de la región de Los Ríos de Tabasco, norte de Chiapas y el sur de Campeche, y con el paso de los más de 14 años de su creación han sido pocos los logros que se han obtenido, por el bajo nivel académico que se tiene..

Sarita del Carmen «N» y Nelly «N», familiares de estudiantes egresadas de la carrera de Biotecnología, Paramédico y Procesos Agroalimentarios, coinciden en señalar: » De nada o poco sirve el esfuerzo que nuestros padres y nosotros hacemos para lograr un título que nos permita realizarnos profesionalmente, ya que por más que tocamos puertas para entrar en algunas de las empresas que están vinculadas con este centro de estudios los resultados han sido negativos, por lo que al iniciar el período escolar, la rectora Mari Carmen Bravo Guzmán, quien está más preocupada porque no la cambien, se ufana de que hay logros importantes en cada uno de los egresados, cuando la realidad es otra, y siempre nos encontramos con un «no hay vacantes», y nuestros hijos terminan desempeñando otra actividad.